sábado, 10 de abril de 2010

-Antiguas vías que pasaban por Burgos.


El camino romano a su paso por Burgos, que llega desde el Alto de Rodilla hasta la capital, atravesando los términos de Briviesca, Hurones o Villayerno Morquillas, entre otros, estuvo en uso hasta hace poco más de 250 años. Una plataforma abandonada, conocida como Camino Real, que, como muchas otras, queda al descubierto oficialmente gracias a un estudio puesto en marcha por la Junta de Castilla y León y en el que colabora la Universidad de Burgos. El objetivo, identificar estas rutas a su paso por la región. Un informe exhaustivo que ha permitido sacar a la luz cerca de 2.000 kilómetros de vías romanas en toda la Comunidad y realizar casi 200 cortes.

Se trata de una iniciativa «pionera» en el mundo que permite sacar a la luz estos restos que quedan en el saber de la ciencia, explica el director de este estudio, Isaac Moreno. Este ingeniero técnico de Obras Públicas insiste, sin embargo, en que ahora que se ha finalizado la realización de los cortes en Burgos y se está en camino de hacerlo en provincias como León y Zamora con el objetivo de presentar el estudio en 2011, es «fundamental» la implicación de las entidades locales en las que se sitúan estos cortes, un gran número de ellos en buen estado de conservación.

Para Moreno, el Gobierno regional «suficiente ha hecho» con identificar estas vías por las que discurrieron nuestros antepasados y ahora es el momento de que sean los propios ciudadanos quienes apuesten por poner en valor estas riquezas patrimoniales, a través de paneles promocionales y su adecuación como rutas para los peregrinos. En este sentido, recuerda que esta vía romana a su paso por la capital coincide con un antiguo Camino de Santiago. Es la denominada Vía de Aquitania, que viene desde Vitoria por Briviesca y el Alto de Rodilla hasta llegar a la capital por un antiguo camino de peregrinación. «Merece la pena tener bien conservado esto en un futuro. Los pueblos tienen aquí un patrimonio incalculable que ahora depende de ellos», sentencia, y apunta que la mitad de los cortes de la región serán tapados después de la realización de los estudios.

Sin embargo, pese a que ahora se está poniendo en valor esos vestigios, no siempre ha sido así, por lo que Moreno subraya que en la capital burgalesa, las nuevas construcciones han supuesto todo «un desastre». Zonas como la Barriada Illera, Pozanos, el G-3 o el S-4 albergaban en un pasado estos caminos que convertían a lo que más tarde sería Burgos, en un lugar de paso. «La ciudad más importante de los alrededores estaba en el Alto de Rodilla (Tritivm Avtrigonvm) y la siguiente era Tardajos (Deobrigvla). Entre ambas no se conoce que hubiera una población importante, ya que se trataba simplemente de un lugar frío e inhóspito», remarca.
Esta ruta, bajo el nombre de la Vía de Italia-Hispania según un documento del siglo XIII, ofrece cortes seccionados arqueologicamente en los que se muestran todas las capas que componen el firme tal y como lo hicieran los romanos. No obstante, no fue descubierta hasta las puertas del siglo XXI, pese a que ésta, como otras, «son la columna vertebral del país entero y sobre ellas se ha construido la historia del territorio», apostilla este ingeniero.
Es por ello que insta a la conservación de estos lugares emblemáticos que se utilizaron como vías comerciales y acogieron incluso el paso de los moros.

En concreto, en el término municipal de Burgos capital, el concejal de Fomento del Ayuntamiento, Javier Lacalle, explica que la señalización de esta vía a su paso por la ciudad a la altura del S-27, de la que ya se hablara en 2006 y que se sumaría a «la riqueza patrimonial gótica y románica de la capital», corre a cargo de la iniciativa privada. Tal y como está registrado en el Plan General de Ordenación Urbana, la señalización se desarrollará cuando lo haga todo el sector ubicado junto a la estación de trenes Rosa de Lima.    

Fuente: diariodeburgos.es

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